Las imágenes gimnásticas que recibimos a través de los medios sociales pueden ser bastante desalentadoras a la hora de iniciarnos en la práctica del Yoga. Esto se debe a que en muchas ocasiones se pueden apreciar posturas o asanas de yoga basadas en años de trabajo y práctica, cuestión que nos intimida e impide lanzarnos a probar esta actividad.
Después de ver estos vídeos muchas personas se consideran incapaces de realizar esos ejercicios físicos o de conseguir tal elasticidad. Algunos incluso acaban por creer que esta disciplina se encuentra destinada a un determinado perfil de nuestra sociedad, atribuyendo su práctica a personas atléticas y jóvenes.
Sin embargo ninguna de estas ideas son correctas, puesto que la práctica del yoga es accesible para toda la sociedad. Durante el último siglo han surgido una gran variedad de tipos de yoga que permiten que cualquier individuo pueda ejercitarse de manera cómoda y segura.
Clases de Yoga en Silla
Es evidente que todas las personas tenemos diferentes características y aptitudes físicas. De hecho, muchos se preguntan si las dificultades motrices son un impedimento al momento de realizar las diferentes posturas y adaptarse a los movimientos que involucra esta práctica.
Para todas aquellas personas con movilidad reducida existe el Yoga en Silla, también conocido como Yoga Suave. Esta es una opción segura para quienes necesiten ayuda al momento de mantener una postura, ya sea por la existencia de una lesión que los limite o por encontrarse en una edad donde haya que aumentar las precauciones.
La práctica de yoga en silla es una alternativa ideal para quienes quieren experimentar en carne propia los beneficios de esta disciplina, aumentando la flexibilidad de diferentes zonas del cuerpo, mejorando la postura y fortaleciendo las articulaciones.
Es importante recordar que las posturas de yoga también alivian el dolor de espalda, te permiten controlar el estrés y llevar un mayor dominio sobre tus emociones internas.
Pero no te engañes. A pesar de ser un estilo mucho más delicado y sencillo que el yoga tradicional, estas prácticas pueden ser igualmente intensas. El tipo de trabajo que realices estará en tus manos y deberás ser tú quien enfoque este ejercicio en la dirección adecuada.
Mi experiencia en el Yoga Suave
Desde mi punto de vista, gran parte de la dificultad de los ejercicios y las asanas dependerá de la actitud que tengamos frente a ellas. A pesar de mi larga experiencia en esta disciplina, el yoga en silla me resultó particularmente duro y sus posturas muy difíciles de mantener.
Sin embargo, nada de esto se debió a la exigencia propia de las posturas, puesto que como he dicho anteriormente es una ejercitación mucho más sencilla. La verdad es que mi ego no estuvo del todo controlado durante esas sesiones iniciales, por lo que al estar en presencia de asanas relativamente “fáciles” me forzaba para profundizar en ellas y agregarles una mayor exigencia.
Como bien nos ha enseñado la experiencia del yoga, en muchas ocasiones “menos es más”. Esto quiere decir que no debemos menospreciar las diferentes técnicas, sino que abordarlas con todo el respeto y humildad que estas se merecen.
Una vez me adapté a la situación y lo tomé con la seriedad requerida, pude comprobar que las clases de yoga suave resultan sumamente divertidas.
Para una sociedad como la nuestra, en la que la silla forma una parte tan relevante de nuestras vidas, resulta bastante enriquecedor conocer los múltiples usos que podemos hacer de ella. Te asombrarías de todas las asanas que se pueden realizar en una silla.
A través de la práctica de yoga en sillas encontraremos una oportunidad inmejorable para profundizar otros aspectos de esta práctica. No solo podremos centrar nuestra atención en las posturas o asanas, sino que también trabajar de manera consciente las diferentes técnicas de respiración.
Por supuesto, los bhandas, distris y alineamiento de la postura también son elementos que ganaran especial brillo en estas sesiones.
Quiero invitarles a que se atrevan con este estilo de yoga suave. En él serán capaces de descubrir nuevas sensaciones y recibir toda esa información que nos ofrece nuestro cuerpo al realizar una asana de forma cómoda.
De esta manera podremos descubrir el real propósito de las posturas y lograr una mejor versión de cada uno de nosotros. Es una opción a la que pueden sumarse alumnos que recién comienzan, profesores expertos y también aquellos que posean algún tipo de problema de salud.
En nuestro centro de yoga en Pamplona podrás disfrutar de esta práctica de yoga y podrás llegar a todas las metas que te plantees.