REFLEXIÓN PARA EL DÍA INTERNACIONAL DEL YOGA
Como much@s de vosotr@s ya sabréis, en el año 2014, la práctica y filosofía del Yoga fue reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) como un bien mundial. No solo como una práctica deportiva que aporta unos beneficios físicos, sino también como una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza.
Desde un principio nos pareció muy interesante y enriquecedor, sobre todo la segunda parte de él, “como una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza”. Esto lo que más valoramos de este reconocimiento ya que en los tiempos que corren, el Yoga se ha ido “deportivizando” hasta el punto que desde hace unos 20 años existen campeonatos de Yoga donde se compite por quien tiene una mejor alineación y angulación en unos determinados Asanas .

Pero si vamos a los primeros tratados sobre Yoga nos encontramos con Patanjali, quien es reconocido como el sabio que recopiló las bases del Yoga en sus Yoga Sutras. En esta obra Patanjali hace mención al Asana en apenas dos o tres sutras, mientras que da más valor a otros aspectos como el manejo con la mente y nuestra inter-actuación en la vida, dándoles incluso, el carácter de finalidad y no de medio para alcanzar a un objetivo, como puede ser la práctica de Asana.
Y claro que tenemos en cuenta que actualmente la forma de vida es mucho más sedentaria que cuando Patanjali tomó la sabia decisión de recopilar la filosofía sobre el Yoga de aquel entonces. Claro que el cuerpo físico actual necesita de una atención, no podemos obviar esto, pero tampoco podemos obviar que el Yoga es mucho más que eso, ni que Asana es el tercer paso del Óctuple Yóguico, después de Yama y Niyama, ni quedarnos ahí, ya que sería desaprovechar todo lo que viene después Pranayama, Pratyahara, Dharana, Diana y Samadhi

Cuando un nuevo alumno llega a un Centro de Yoga para incorporarse a las clases a mitad de curso la pregunta habitual suele ser “¿Y ya podré adaptarme al nivel del grupo? Porque yo no he hecho esto nunca, no soy muy flexible y estoy muy dur@”. La duda suele ser siempre en cuanto a lo físico, en cuanto a Asana, y realmente es en este campo donde avanzan más rápidamente.
Otra cosa es a nivel meditativo, en el manejo con la atención. Sobre esto, pocas personas preguntan si les será complicado adaptarse al nivel del grupo. Y es aquí donde realmente tienen mayor dificultad y tardan más en adquirir habilidad con las herramientas meditativas que se ofrecen en las clases. Debido normalmente a un dominio precario sobre su atención o a un estado emocional alterado, el cual provoca un sinfín de fluctuaciones mentales.
Asana nos facilita un cuerpo sano que va a permitir que el manejo de nuestra atención sea más eficiente, que nuestro cuerpo este cómodo a la hora de sentarnos a meditar en shidhasana o padmasana. Pero el dominio de nuestra atención y la gestión de nuestras emociones es realmente lo que nos lleva a descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza.


Cuan de interesante sería tener la capacidad de meditar y llegar a un estado de Samadhi dentro de Asana, y para eso no solo hay que practicar Asana sino que también, y de una forma exhaustiva y regular, la práctica de pranayama y meditación nos facilita Samadhi tanto sentados, como en Asana, como en el día a día de la vida cotidiana.

Precioso,Muchas gracias!
Muchas gracias Luna por apreciar el articulo.
Cierto. Gracias!
Esperemos que se vaya integrando entre tod@s l@s profesor@s de Yoga