En la puja de gongs, por lo tanto,  aprovechamos el ciclo nocturno del sueño, de manera que los asistentes , adoptan un estado corporal, energético y mental  muy receptivo a los sonidos sanadores de los gongs. En cualquier caso,  aunque el cuerpo físico se quede dormido, la consciencia se mantendrá despierta durante toda la Puja.
Es en este estado de sueño consciente, entre la vigilia y el sueño, en donde se puede acceder a los niveles más profundos y subconscientes de nuestra mente. Desde este estado de consciencia, las personas asistentes podrán recibir revelaciones, certezas que les ayudarán a expandir la consciencia, una experiencia de despertar de la intuición… Siendo importante no tener ninguna expectativa y dejar que todo suceda como tenga que suceder.
Durante la sesión, la expansiva interacción de todos los gongs sonando al unísono va tejiendo una envolvente e infinita plétora de tonos armónicos que inciden directamente en todos y cada uno de nuestros cuerpos, desde el físico hasta los más sutiles. Como resultado, los asistentes podrán experimentar un estado de profunda relajación, mientras el sonido va equilibrando y regenerando nuestro sistema nervioso y glandular, reduciendo las tensiones, armonizando nuestro cuerpo emocional, estimulando la circulación, deshaciendo los pensamientos limitantes que nos bloquean y facilitando la autosanación natural y el autorejuvenecimiento.